domingo, 4 de enero de 2009

MIEDO, TENGO MIEDO

Se esperaba con ansiedad el Sevilla FC del año nuevo. Y la verdad es que no ha sorprendido ni a propios ni extraños el juego desplegado por este equipo.
Lo único destacable del encuentro fue, ante todo, la corrección de los dos equipos. Esta vez los fantasmas de la violencia desaparecieron y se vio, al menos un fútbol limpio, sin destellos de acritud y en buena rivalidad.
Ya sabíamos que el C.A. Osasuna vendría con la lección táctica bien aprendida. Presionar en el centro y en la parcela de los locales para no dejar que el equipo sevillista sacara el balón jugado desde el área y, sin temor a un contragolpe ya que el Sevilla FC sigue adoleciendo de las mismas carencias con las que dejó el año. Falta de ideas, falta de concentración y falta de un creador de juego.
Aunque la alineación dibujara un esquema 1-4-4-2, la realidad es que Kanouté volvió a estar solo en punta. Por su parte, el A.C.Osasuna se permitió el lujo de jugar cómodo y con más peligro del que todos hubiéramos deseado.
No culpemos ahora a la sanción del entrenador, es más, deberían sancionarlo a perpetuidad.
Esta vez ha querido imponer un sistema que nunca se vio y que visto lo percibido no creo que nadie quiera aplicarlo. Yo lo denominaría “sistema Cangrejo”. Un equipo que está segundo en la tabla y que juega contra un colista rara vez juega hacia atrás cediendo el balón al portero. Ni tan siquiera el A.C.Osasuna lo hizo. Quince veces lo ejecutó el equipo titular del terreno de juego y eso denota lo que ya todos sabemos y vemos domingo a domingo. Falta de concentración, un equipo que poco a poco va a la deriva y que no tiene ni claro ni definido el sistema de juego. La poca ambición del equipo, la apatía al “jogo bonito” cómo hace apenas dos años elaboraba, hace que los aficionados que asisten al partido se sientan más ridículos que sevillistas.
Los jugadores, que salieron al terreno de juego con la lección táctica de no encajar un gol, se vieron sorprendidos en las postrimerías del encuentro con el jarro de agua fría del gol de “rifle Pandiani”. Un empate merecido por el A.C. Osasuna, que nada hay que objetar. Con la soga al cuello hizo el partido que le convenía y sacó tajada. La desconfianza de Camacho ante la presumida avalancha de ataques sevillistas, hizo que éste sacase a última hora a Masoud. Y debe agradecer el Sevilla FC que así fuera. Dos simples intervenciones de este jugador fue suficiente para sembrar el miedo en el Sánchez Pizjuán. Prueba de ello, un remate y un tiro que Pandiani remató a gol.
Por parte sevillista, poco que destacar. Los de siempre, Adriano, Kanouté y Jesús Navas, los mejores. Fernando Navarro, aprobado. Romaric, menos mal que ya se le vieron dos tiros, pero que es un suspenso tras otro. Capel, cómo siempre de suplente, hizo dos jugadas que merecieron algo más.
La vulgaridad se está adueñando del equipo sevillista. Nada que ver con el fútbol. Ya, con este empate bajó a la cuarta posición. La semana que viene Depor por partida doble.
A ver en qué puesto dormimos el domingo por la noche. Y a ver cómo en la Copa

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