Paupérrima aunque trabajada victoria del Sevilla ante el Recreativo si tenemos en cuenta lo sucedido en el terreno de juego. Tuvieron que pasar casi 20 minutos para que alguno de los dos equipos se acercara con un mínimo de peligro al área contraria.
El Recre vino con la lección bien aprendida. Destruir el juego sevillista, -el poco juego- y esperar alguna ocasión para salir a la contra.
Ni en los peores tiempos, cuando bajó por última vez el Sevilla a la categoría de plata, he visto algo igual. Pérdida de balones en el centro del campo, descoordinación, falta de entendimiento entre los jugadores, desconcentración, ninguna idea sobre el terreno de juego de cómo contrarrestar el pressing al que estaba sometido el Sevilla. Pases cortos con jugadores estáticos, dando ventaja al equipo contrario, pases largo y sin dirección, controles que parecían balones rebotados contra una pared, pero lo más grave es que el centro de campo no tenía a nadie que creara juego y serenara los nervios que se veían a kilómetros de distancia.
Los jugadores del Sevilla salieron amordazados, quizá por la responsabilidad de no salir por quinta vez derrotado.
Cuando en el segundo tiempo entró Capel, parece que el equipo serenó su juego y se empezó a trabajar algo las bandas, que con Adriano solo no pudo hacer mucho. Los desdoblamientos por las bandas no existieron en el primer tiempo, algo fundamental para abrir la defensa y arrastrar a los defensores para crear espacios...en fín, un desastre la primera mitad.
La entrada de Capel y el incesante coladero de Jesús Navas por su banda hizo que definitivamente tras un centro Kanouté libre de marca cabeceara el balón al fondo de la portería.
La entrada de De Mul algo más tarde parece que dieron nuevos aires al Sevilla. Hizo, como es normal, lo que pudo y fue bastante. Nada se le puede reprochar a este jugador, al igual que tampoco a Jesús Navas, Kanouté y Palop, que volvió a ser el artífice de la victoria sevillista.
Pudo el Sevilla incrementar su ventaja con un penalti hecho a Capel, pero ya ni Kanouté acierta a meter el balón ejecutando su especialidad.
El Recreativo cumplió con su orden de trabajo y llevó el balón con más claridad de ideas, llegando incluso a intimidar en varias ocasiones la portería defendida por Palop.
Partido para pasar página y esperar que vuelvan esos tiempos en los que el equipo tenía sus jugadas aprendida de memoria, creando muchísimas ocasiones de gol y no buscando desde cualquier punto del campo el tiro a puerta, más por quitarse el balón de encima y buscar suerte que por visión clara de la jugada.
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