viernes, 7 de noviembre de 2008

El día después, día de reflexión


¿Cuánto tiempo debe pasar hasta que en el seno del Sevilla FC suenen las alarmas? ¿Hasta que el equipo esté a mitad de la tabla? Pues, si seguimos así, poco tiempo va a transcurrir. No me cansaré de decir que Manolo Jiménez es buen entrenador para 2ª, quizá y si me apura, el mejor, pero no es apto para 1ª, al menos para este equipo. ¡Mucho arroz para tan poco pollo!
Se encontró con un equipo hecho, definido y con un estilo muy técnico y depurado. Cierto es que los fichajes que salieron, D. Alves y Keita eran pilares fundamentales para el equipo, pero la sustitución de ellos se aconsejaron buenas y de hecho lo son, aunque ni las comparaciones me gustan ni vienen al caso. Lo único cierto de todo esto, lo verdaderamente importante es que ya no rinde el equipo como solía hacerlo. ¿Culpas a quién? Digamos que todos tienen parte de culpa.
Pero no cabe duda de que los principales artífices del descalabro en el que va paulatinamente cayendo el equipo sean el entrenador y el presidente de la entidad.
El Sr. Del Nido a pesar de parecer, y de hecho es así, una persona seria, responsable y con don de gente, no por ello deja de ser también una persona que cree más en los sueños, en las fantasías y en un mar de espejismos, dignos más bien de un niño que de una persona adulta. Los tiempos en los que el Sevilla FC fue un equipo puntero, batallador y líder van cayendo en el saco roto de esas ilusiones que nos hicimos todos los sevillistas cuando por vez primera hizo el equipo algo grande. Codearse con los mejores equipos europeos, vencerles con suma facilidad y ser temido por el resto de clubes, incluyendo en ellos al R.Madrid y al FC Barcelona. Ganó la primera Copa importante en Europa y no contento con ello, volvió al año siguiente e hizo la misma gesta.
Pero,-todo en esta vida tiene un pero -la fatalidad de la muerte de Antonio Puerta hizo en la totalidad del sevillismo un paréntesis semejante al golpe que va directamente a la cabeza de un ser y lo deja semi-inconsciente. Es algo irremediable y tan natural y verdadero como el nacer. Son los dos únicos acontecimientos en el ser humano que son reales, tajantes y dogmáticos. Sin embargo, la reposición anímica es también un recurso del ser humano que, unos más que otros, todos lo llevamos a cabo.
Al Sevilla FC le llegaron ese año más reveses. La conocida "espantá" de Juan de Ramos dejó al equipo en cruz y en cuadro. No debemos culpar de los errores que ahora está cometiendo el club sevillista, ni a la muerte de Antonio Puerta ni a la famosa huída de Juande. Los que ahora asumen las responsabilidades tienen nombre propio y son los que, de una manera u otra están llevando a este Sevilla a la ruina.
Si Manolo Jiménez es el entrenador y no sabe cómo llevar al equipo, él no es totalmente culpable. Aunque sí, por dignidad, debería dimitir y, aunque aquí valga el símil de que es difícil quitarle de la boca un caramelo a un niño, ya tendría que tener asumido que este equipo le viene grande.
Al Sr. Del Nido parece que le cuesta renunciar a su superávit anual. Con decir que Monchi compra carne de burro y nosotros la vendemos como filetes de ternera, ya con eso le basta y le sobra. No. No es así cómo entendemos, al menos el sevillismo, la política de fichajes. Se compra y si sale bueno, casos de D. Alves y Keita, pues se les paga su justo valor. Si hacemos la suma de valoraciones negativas por un lado y positivas por otro, nos damos cuenta que la balanza se inclina del lado negativo. Vender ilusiones a miles de personas, que por otro lado también tienen algo que decir y que por supuesto aportan -dinero- es poco menos que insensato, impropio de un dirigente y abusivo.
El Sevilla FC, como entidad que es y porque está sobre todo, merece el sitio que le corresponde. Y ese sitio no es ni más ni menos que ser el equipo grandioso que siempre tuvo que ser y que siempre, por motivos personales o mediáticos de los dirigentes, quedó relegado a un equipo irregular, sin un patrón que le sepa dirigir -exceptuando los Sres. Sánchez Pizjuán, Cisneros Palacios ó Montes Cabeza. Del resto, incluyendo al actual, nada.
Me duele tener que decir todo esto porque soy sevillista desde nacimiento, pero a la vez siento un gran alivio porque creo que es nuestro deber exponer nuestro criterio para bien del sevillismo y del Sevilla FC en su propio nombre. Así lo creo y por eso, así lo expongo.

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