jueves, 8 de octubre de 2009

LOS ANTIS Y LOS PROS

¡Qué difícil se hace tomar un diálogo con un exaltado! Es la intolerancia personificada. Nada de lo que se diga al respecto o sobre un tema concreto es válido para esas personas. Si asientas, porque así en ese instante lo reconoces, te juzgan por lo que dijiste con anterioridad. Si discrepas, eres un anti-lo que sea.
Parece que el Todopoderoso le hubiese dotado del don de la verdad absoluta. Para estos personajes no existe un término regulador que admita errores, aunque sí más que reconocer, acometen contra los posibles deslices de los demás de tal manera que, más que críticas lanzan obuses polemistas.
Y eso, lejos de ser sano para el diálogo, es más cierto que raya la intolerancia y si aprieto el vocablo, incluso el fanatismo.
Estos “Jomeinis”, que en todas las parcelas existen y no sé si para bien o para mal, se ciegan de ira cuando de defender sus ideas se trata. Las neuronas se electrizan de tal forma que el más y mejor defensor de las libertades de expresión renuncia. Y no por falta de razonamiento, que siempre la fuerza de la razón fue más efectiva que la razón de la fuerza, sino porque ante tamaña irracionalidad no queda otro camino que el de desistir, retirarse de esa lucha desigual –de intelectos- y esperar a mejor ocasión para poder, no ya convencer puesto que eso es tarea imposible, sino para entrar en un diálogo calmo, reposado que al menos no destroce los tímpanos del tolerante o desgarre las laringes del Jomeini.
Pero parecer ser que estos Jomeinis no saben o no quieren entender que la diversidad de opiniones es la salsa de cualquier diálogo. Ellos van aún más lejos. O se admite su idea a rajatablas o echan mano de la famosa frase. “O estás conmigo o estás contra mí”. No hay término medio. No existe en su mente una idea reformadora que se tome como disyuntiva para su ideología. Se debe acatar al pie de la letra –sin haber escrito nada-, absolutamente toda la ideología con sus ramificaciones incluidas que el tal individuo lleve en su imaginación.
Esta blogosfera sevillista está llena de blogeros tolerantes, inocuos, dañinos, de baja sabiduría, de altísima, copiadores de post, creativos, de reconocida seriedad, inmaduros, lectores, intérpretes, acusadores… y Jomeinis.
A ellos va dirigido este post. No deseo por nada en el mundo desestabilizar la armonía que pueda existir en esta blogosfera, pero sí quisiera que se tomase a reflexión y con respeto.
El Sevilla F.C., al igual que cualquier otro club de la geografía mundial, es un ente con propia reseña administrativa, jurídica y civil. Es el club de todos los sevillistas y al que sólo debemos respeto, admiración y adhesión. ¡Cómo entidad y lo que representa!
El resto, el personal que lo compone es mero artífice de sus éxitos o fracasos. Punto.
Pero existen personas que no ven más allá de sus ideas. Que personifican al Sevilla F.C. bajo el nombre de un empelado de su larga plantilla de personal.
Todos nosotros somos, de alguna manera, simpatizantes o partidarios de algún miembro de la entidad que representa. Muchos incluso hacen un blog y solamente dedican su tiempo a verter en ése los pormenores, las hazañas o el estrépito de uno u otro jugador.
Y ello es totalmente comprensible. Estilos de juego, velocidad, resistencia, físico…infinidad de cualidades que adornan a un jugador que le hace quizás distinto a los demás o inclusive superior en el juego.
Pero no se puede simbolizar al Sevilla F.C. a través de una persona, de un componente activo de su trayectoria. El Sevilla F.C. es el Sevilla F.C. Un único ente que no se puede desgranar, dividir en partes ni tan siquiera adquirir para ningún fin que no sea el deportivo.
Los éxitos engrandecen a la entidad y los fracasos dañan la imagen de los que la representan. El Sevilla F.C. como entidad, solo suma y nunca resta. Así es como yo entiendo este evento y así me gustaría que todo el que lea este post lo considere.
Por tanto, defender a un entrenador, como muchos equivocadamente hacen, no solo están desacertados en su idea de ser mejor sevillista por el hecho en sí de defenderlo de las críticas cuando las cosas no le salen bien, sino que hacen un flaco favor a los que verdaderamente aman los colores de su equipo.
Si las cosas salen bien, es obligación de todos que así sea y si las cosas toman otro rumbo que no es el esperado por todos las críticas, si son constructivas, benefician a todos. En cada ocasión debemos aplicar el justo valor de crítica.
La exaltación, el ensalzar las cualidades de alguien que no hizo bien su trabajo no es buena actitud ni admite justificación alguna.
Un saludo

4 comentarios:

Juan S. Ríos dijo...

No se puede decir más claro. Excelente reflexión. No se puede demonizar toda una institución por según que individuos.

Un saludo desde Calentando Banquillo!

Unknown dijo...

Muy buenas compañero;

gran reflexión, como dije en mi post esas críticas CONSTRUCTIVAS, son las que han ayudado a mejorar a Manolo Jimenez, está claro que cometió errores, pero tu bien sabrás que hay un pequeñísimo sector que no realiza críticas constructivas, sino dañinas, ofensivas y llenas de falta de educación, eso me apena bastante, ya que es el entrenador de tu equipo. aunque lo estuviese haciendo mal, no es motivo para insultarlo, una cosa es una crítica y otra el insulto y la mofa.

respecto a la blogosfera sevillista, pues mi opinión es que es la mejor del mundo, como en todos sitios, siempre se cuecen habas pero el 99% es maravillosa. en definitiva todos somos SEVILLISTAS, y estando unidos jamás podrán vencernos.

Rafael Sarmiento dijo...

Excelente post.

Completamente de acuerdo. En toda isntitución tiene que haber de todo. Los más conservadores y conformistas, y los más innovadores y ambiciosos. Si todos reman en el mismo sentido, el barco avanza. Las ideas y planteamientos de todos son útiles. Los conservadores evitan que a los otros se les vaya la pinza, y los ambiciosos evitan el estancamiento de los primeros.

Lo que no se puede hacer es actuar en contra de los intereses de la institución.

No conocía tu blog. he dado con el am través de tu comentario en el de Jose Antonio - blogsfcfutbol. Me ha gustado mucho, y seguiré pasando por aquí.

Un saludo.

Talibán Sevillista dijo...

Todo está muy bien siempre que la critica sea constructiva . El problema es cuando se le falta el respeto a una persona, el problema es cuando se marcha tercero en la tabla y se quiere echar al entrenador por que algunos dicen que se aburren. No hay que buscar mucho para ver lo que sucedió en Mestalla, los de la crítica echan al entrenador a las primeras de cambio cuando se encuentra situado tecero en la tabla con el liderato a tiro de piedra. Eso llevó a la institución a una de las mayores crisis de su historia. Los que "de verdad amaban a sus colores" cambiaron a un técnico que los tenia arriba por otro que los hizo jugar con el descenso toda la temporada.
Ahora todo es bonito, el equipo juega "bien" (esto lo entrecomillo por que para mi jugar bien es ganar, jugar mal es perder y empatar es jugar bien o mal dependiendo de como hubiese ido el partido) y está arriba en la tabla. ¿De quien es culpa? ¿De los críticos? ¿Ellos son los que han enseñado a Manolo? ¿Será culpa también de que ahora quita a Kanouté y mete a Negredo? ¿O que tiene a un pulmón como es Zokora?
La crítica constructiva sirve para crecer, la sin sentido sirve para destruir y de esta última ha habido en abundancia esta última temporada.
Un abrazo

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